jueves, 12 de junio de 2014

LA APTITUD EMOCIONAL

La aptitud emocional es una de las piedras angulares de la inteligencia emocional. Y uno de los principales componentes de la aptitud emocional es la confianza., Pocas cosas que tengan más importancia que la confianza para conseguir un liderazgo eficaz, convirtiéndose en un factor clave de la competitividad de empresas y países (solo hay que ver las crisis de las primas de riesgo en los países del sur de Europa y donde nos llevó la crisis de confianza en Grecia, Portugal, Italia o España)

Pero ¿que es la confianza?, ¿como la podríamos definir? Sin duda es mucho más que una buena opinión o actitud. Es una fuerza emocional que se debemos movilizar y trabajar. Y como siempre, es importante empezar a trabajar en nosotros mismos antes de experimentar con los demás. Si somos capaces de tener confianza en nosotros mismos, la podremos poner en los demás y, a nos podremos ser dignos de recibir la suya. Aquí cobra especial importancia la noción de “Cuenta bancaria Emocional” que menciona Covey, de la que hablaremos en otras entradas. La confianza se pude convertir así en la base que cimiente nuestras relaciones y facilite un diálogo franco y una colaboración entre las personas que será clave del éxito de cualquier estructura profesional, empresarial o de cualquier otro tipo. Por el contrario, la falta de confianza nos hará dedicar una gran cantidad de recursos inútiles  en salvaguardar, inspeccionar, dudar, verificar y medir cosas, en lugar de dedicarnos al trabajo creativo y cooperativo y que genere valor añadido.

La confianza que infunden y reciben las personas, equipos y organizaciones, se construye sobre la base de la sinceridad, la honradez, la credibilidad y el ejemplo. Así la confianza en los negocios depende sobre todo del contacto emocional entre las personas. Y el trabajar la confianza, profundizar en ella y extenderla a todos los ámbitos es lo que facilitare que no trabajemos solos sino como autentica organización eficiente y productiva. Si nuestra disponibilidad y atención a los otros son sinceras, fomentaremos esta confianza en nuestro equipo, siendo una facultad esencial de  los líderes con alto rendimiento. Y sin esta confianza se crea una incesante corriente de resentimientos, que transforman las relaciones en situaciones tensas y poco productivas.